Te espero al borde de tus fuerzas

TE ESPERO AL BORDE DE TUS FUERZAS

El lecho de hojas oculta el suelo.
Con sus subidas y bajadas...
Y sus agujeros, y sus pozos.

Caminas, sin prestar atención,
sin pararte a mirar ni escuchar.

Caminas deprisa, y vas tropezando.
Pero no te paras a esparcir las hojas.
No tienes tiempo de percibir qué ha sido.

Y sigues caminando, más deprisa... 
Y tropezando.
Empiezas a sentir miedo. 
a lo que pueda haber debajo de las hojas.

Empiezas a correr sin dirección,
y sigues sin prestar atención...
A las señales, a lo que te rodea.

Hay un banco que te invita a sentar.
Para que puedas relajarte y pensar,
y escucharte a tí mísmo...
Pero no eres capaz de percibirlo...
O rechazas la invitación.

Sigues corriendo, escapando de tí mismo...
Y entonces, de repente, caes y caes,
es una caída muy muy larga,
parece no tener fin.

Físicamente no te has lastimado.
Pero estás a oscuras, solo y confuso.
Ya no puedes correr, solo esperar...
Y desesperar.

Sientes que no hay nada que hacer,
que todo acabó.
Paralizado por tu propia inseguridad,
sigues sin prestar atención a nada.

El silencio es tal, 
que puedes escuchar tu corazón latir.
Solamente eso, nada más.
Y pierdes la noción del tiempo.

En tus intentos por subir, caes y lloras...
Pero sigues intentándolo, te agotas y caes.
Tus manos sangran de agarrarte a las piedras.
Pero sigues en tu empeño.

De repente, vuelves a caer, y rebotas...
Ahora notas que el suelo es blandito, 
Es algodón!
Una nube en el fondo de un pozo!

Cómo puede ser? 
Sonríes, abres bien los ojos...
Respiras hondo, y miras a tu alrededor.

Acaricias el suelo, miras hacia arriba...
Y descubres la escalera dorada,
la que ha estado ahí todo el tiempo,
la que te deja subir sin dificultad.
Y descubres, 
que en el último peldaño te espero.

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